Siguiendo con las buenas costumbres, y tras haber inaugurado el ciclo con discos introductorios, y haberlos digerido, vamos a seguir alegremente repasando algunas destacadas obras de tan variopinta fusión musicológica.
Lo de estos chicos no tiene nombre. No sólo han cogido la cosa nueva y la han mezclado con lo que ya sabéis, sino que además han añadido plato de tan difícil gusto con mucho, mucho picante y wasabi. La primera vez, no pude ni acabar la primera canción. Estos enfermos no están para demostrar lo buenos que son, no necesitan tomar prisioneros; lo suyo es machacar acordes repetitivamente, disonantes, obsesivos, explosivos, y muy hostiles. He querido incluirlos como curiosidad, para que comprobéis hasta donde puede llegar la imaginación cuando tenemos una combinación semejante a la que este post nos ocupa, con sus infinitas posibilidades individuales combinadas. Avisados quedáis.
P.D.: Incluyo posts de los que hablé sobre este tema en anteriores episodios (durante los intermedios).
(Lë/Pask)