Pequeños escarabajos rojos se alimentan del inconsciente colectivo, cada vez que olvidas palabras, te cortas las uñas o dibujas con ceras ellos vigilan atentamente con una estoicidad envidiable.
Si alguien tuviera la posibilidad de capturarlos se daría cuenta que tienen un aura realmente mágica, ya que están hechos a base de sueños, desdichas y pequeñas miserias.
Al galope o arrastrándose, bajo el potente sol o acariciando la luz de la luna sus perfectos cuerpos acechan tus envidias, tus deseos y tus juegos prohibidos.
Sólo quiero decir con esto que no perdáis el equilibrio, que seáis artistas del monociclo y de la cocina, porque cada vez que olvidéis que el tiempo es vuestro mejor y vuestro peor aliado alguno de estos entrañables seres estará tocando melodías de jazz con su contrabajo.
(jau)