lunes, 22 de marzo de 2010

Homenaje al Tao

Dios,
Gracias por concederme la vida.
Por permitirme renegar de ella.
Por concederme torpeza
y permitirme convivir con ella,
aprender de ella.

Por condecerme imaginación
y permitirme abusar de ella
y desaprovecharla.

Dios,
Gracias por concederme tiempo.
Para malgastarlo, para disfrutarlo,
para anhelarlo.
Por permitir equivocarme,
para no aprender jamás.


Por hacerme desear la muerte
para aferrarme más a la vida.
Gracias Dios, por negarme la suerte
porque sin ella, deseo más la muerte.


Concédeme miedo, Dios, que lo recibiré con los brazos abiertos.
Dame ambición y humildad. Dame honestidad, pero permíteme mentir.


Gracias Dios, por permitirme odiar.
Por permitirme amar, permitirme sufrir o desear.


Concédeme determinación, concédeme
pasión y que no disminuya.


Dame cuantas cargas desees
para quitarme la decisión, la voluntad para afrontarlas, para hacerme más fuerte.
 

Concédeme dolor. Por favor Dios.

Tortúrame ahora mismo .


(Le Päsk, en algún momento de 2007).