Esteve Albini es bueno, muy bueno. No sólo por haberse convertido en uno de los máximos gurús en la producción y por estar tras los mandos de obras tan legendarias como Surfer Rosa de Pixies o In Utero de Nirvana, o por haber sido miembro de numerosas formaciones de la escena underground (Big Black, Rapeman..), sino sobre todo por habernos regalado a los oídos con su increíble banda Shellac.
Los de Chicago han creado un estilo único y personal, donde bajo, batería y guitarra se transforman en una maquinaria de exploración musical sin limitaciones , convirtiendo todos sus discos en ejercicios de libertad y de auténtica creatividad en la gestación de texturas.
Trabajos como “At action park”, “Terraform” o “1000 hurts” son enérgicos artefactos sonoros manufacturados de una forma vertiginosa y a veces incluso delirante, siempre sorprendentes en su concepto de ataque directo a las estructuras clásicas y los canones del rock de manual.
Os recomendamos desde la Mediterránea que degustéis su música como si se tratase de una de esas recetas cosmopolitas que fascinan a Albini, saboreando cada acorde y sonriendo ante cada sabor que estalle en vuestras papilas gustativas.
Shellac (1000 hurts)
(jau)
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