viernes, 24 de abril de 2009

Discos secretos. Parte 1.


(Escuchar en este orden para no atragantarse).

Zillatron – Lord Of Harvest: En lo profundo del espacio (interior) se celebra una fiesta de cuerdas gordas y neuronas a la parrilla. Bootsy Collins y Bill Laswell ponen la chicha en este disco, con solos de bajo que cuestan de creer. Su colega Buckethead se encarga de los agudos (buscad una foto de él para haceros una idea de cómo toca). Este disco es como un guateque futurista, en una época en la que todo está inventado y el mesías tiene el pelo afro. En serio, poned este disco en alguna fiesta y fijad los muebles al piso, porque las vibraciones producidas por este disco son algo desconocido para el hombre del siglo XXI ¡Atómico!

Arto Lindsay Trio – Aggregates 1-26: Bueno ¿y ahora qué? Tenemos a un bajista, un baterista y un guitarra. El combo básico, el combo aborrecido, repetido mil veces, con 100 afinaciones distintas, con todas las combinaciones y tempos ya establecidos, grupos de todos los colores alrededor del mundo y a través de los años. Vale, resetea. Arto Lidsay (Quiero pensar que los lectores del presente texto son espabilados y atentos melómanos y obviare presentaciones) se junta con dos amiguetes como nos podemos juntar yo y los mios aver que podemos sacar. Pero ¡Hay! Arto ya ha explotado todos los cliches y sabe que su guitarra aún puede decir mucho más. Esta banda es la imagen que tienen todas las demás de si mismas cuando creen que son originales. Pero de verdad.

Somnific Flux: En lo más profundo del océano. En las más oscuras fosas abisales. En el ojo del huracán en mitad del Atlántico. En los confines del universo, donde solo alcanza a ver el rabillo del ojo de Dios. En el Walkman de un monje Budista tras 3 dias (seguidos y empalmados) de meditación cercana al coma. En la mente enferma de Mick Harris y Bill Laswell (sí ¡otra vez!). Probadlo, pero con cascos. De verdad, es algo nuevo.

Lepask