(Potlatch: celebración de los nativos americanos de la costa oeste canadiense, consistente en ver quién es capaz de regalar mayor riqueza. El que más regalaba era el que conseguía más prestigio. El concepto sería recuperado por los situacionistas en los años 60, y daría nombre a una de sus revistas).
Si hace treinta años nuestros vecinos franceses hubiesen ganado la revolución Punk (perdón, situacionista) quién sabe cómo habría afectado al resto del mundo. ¿Cómo sería la vida diaria de una generación nacida directamente en una utopía? Los mayos serían celebrados hasta el hartazgo, y el día 13 la noche no tendría fin. ¿Celebrarían la navidad los situacionistas? No, pero sí el solsticio de invierno, y en un mundo ideal, el 25 cada familia se reuniría para organizar ¡Un potlatch!.
Hakim Bey, gurú anarquista y punk Honoris Causa, imaginó cómo podría recuperar esta antigua tradición bajo una visión libertaria.
Básicamente se trata de hacer una comida a modo de encuentro social, dónde cada comensal aporta algo al banquete/experiencia. Hay unas pocas reglas pero son sólo de guía: La imaginación y el ingenio son el mejor invitado. Puedes tomártelo como otra manera cualquiera de matar el tiempo o como un esfuerzo colectivo de utopía, un estímulo sensorial a cada sentido o bien un ejercicio en libertad para la mente.
Desde la corporación invito a los más despreocupados a practicar alguna vez este sencillo juego gastronómico (y a que me inviten). Las excusas para realizarlo son lo de menos ¿Cumpleaños, celebraciones, aburrimiento?
“Pero entre el solitario despertar del individuo, y la anamnesis de la colectividad insurreccional, se extiende todo un espectro de formas sociales con algún potencial para nuestro "proyecto". Algunas no duran mas que un encuentro casual entre dos espíritus afines que pueden engrandecerse mutuamente por su breve y misterioso encuentro; otros son como festividades; aún otros como utopías piratas. Ninguno parece durar mucho tiempo- ¿pero y qué? Las religiones y los Estados se jactan de su permanencia que, como sabemos, es sólo una chorrada...: lo que significan es muerte. “(Hakim Bey, Equinoccio de invierno, 1993)
(LëPask)