Es tarde para hablar de cómo regresar. Las mañanas que te despiertas para no hacer un feo al sol. La resaca que ignoras para comer con tu familia. Los restos de los vicios que consumiste anoche. Pensar en las promesas selladas con comentarios cómplices y miradas de picardía.
Absorbido por la rutina de regeneración matutina. La muchedumbre…su sombra aérea... Las risas de hace unas horas ya no parecen tan forzadas. En la isla de Pascua los gigantes miran hacia dentro, no hacia el mar. La isla entera es un homenaje de la naturaleza a la introspección. A la serenidad.
Y al final de la larga serie de pensamientos inconexos, empieza la batalla otra vez, que aceptamos alegremente. Sea un día de rutina o de juego, como siempre, daremos alguna oportunidad al azar y a que la suerte decida. Y aceptando el resultado sin miedo. Lluvia de ideas. No son barreras, son colisiones frontales de realidad que nos llevan hacia el sol.
(LePask)