martes, 18 de noviembre de 2008

Ferrer i Guàrdia; La Escuela Moderna

Sin duda el desconocimiento es un adjetivo habitual de nuestra sociedad: los media desinforman; los centros educativos maleducan, las administraciones no mueven un dedo, incluso te adentras en la universidad y terminas siendo un puto y simple licenciado para acabar trabajando en el metro repartiendo el ADN (preferible a estar en un despacho pensando qué parte de la nómina de mis empleados puedo recortar para poder comprarme un espectacular Mercedes Benz Serie E). Fundamental para encontrar algún tipo de alternativa a modo de respuesta, es conocer la figura de Francisco Ferrer i Guàrdia (1859- 1909).


Republicano y posteriormente anarquista, Ferrer i Guàrdia defendió un tipo de educación basada en la total desvinculación de ésta con cualquier tipo de vestigio religioso, es decir, educar a partir de la razón y no de dogmas bíblicos. Tanto es así que fundó La Escuela Moderna, basada en «educar a la clase trabajadora de una manera racionalista, secular y no coercitiva»: educación mixta, anticlerical, laica, situacionista, de apoyo a la clase obrera y orientada hacia el respeto y admiración por la naturaleza.


"Los niños y las niñas tendrán una insólita libertad, se realizarán ejercicios, juegos y esparcimientos al aire libre, se insistirá en el equilibrio con el entorno natural y con el medio, en la higiene personal y social, desaparecerán los exámenes y los premios y los castigos. Se hace especial atención al tema de la enseñanza de la higiene y al cuidado de la salud. Los alumnos visitarán centros de trabajo —las fábricas textiles de Sabadell, especialmente— y harán excursiones de exploración. Las redacciones y los comentarios de estas vivencias por parte de sus mismos protagonistas se convertirán en uno de los ejes del aprendizaje. Y esto se hará extensivo a las familias de los alumnos, mediante la organización de conferencias y charlas dominicales." (Ferrer i Guàrdia).


Ferrer i Guàrdia
es asesinado en Montjuïc el 13 de octubre de 1909, vinculado y encasillado por las autoridades como cerebro intelectual de la Revolución de Julio (Semana trágica de Barcelona) dónde multitud de curas e iglesias son quemados. Años más tarde se demostró de su inocencia.


"Now he is dead, but it is our duty to resume his work, to continue it, to spread it, to attack all the fetishes which keep mankind under the joke of state, capitalism and superstition" (Piotr Kropotkin). (Santi)



Viva La Escuela Moderna (documental)