Las mentes de la mediterránea, acostumbradas a húmedos estímulos similares, solemos sincronizar las neuronas sin darnos cuenta. Por eso me sorprendió leer el post dedicado a las Riot Grrls que uno de los patriarcas de esta casa escribió hace una semana. Justo estaba yo descubriendo a la más salvaje musa del Punk, mi querida Lydia Lunch.
Musicalmente hablando, con 16 años Lydia ya lideraba una de las bandas clave de la marciana escena No-Wave (de la que caerá un post tarde o temprano), Teenage jesus & the Jerks. Pero sería injusto colocarle únicamente este mérito. Lydia a lo largo de su increíblemente caótica vida ha ejercido de musa, fotógrafa, escritora, artista performance o profesora de arte entre muchas otras cosas. Por mi parte, como obra introductoria, os propongo prolongadas escuchas de la banda ya citada y su personal biografía, PARADOXIA: Diario de una depredadora.
En este sucio y anfetamínico libro, heredero del puro estilo bukowskyano, Lydia cuenta sus vivencias a lo largo de 30 años desde que llegó a Nueva York con 15, sola, sin dinero; además de toda la aventura épica de su vida (sin exagerar): drogas, orgías, ensayos, situaciones límite… Lejos de parecer una víctima de las circunstancias, era
(Lë Pask)
Descarga discografía Teenage jesus & the Jerks