Si en algo coincidimos rotundamente los miembros de esta humilde corporación septentrional es en nuestra fascinación por Tortoise y en especial por su cuarto disco TNT (Thrill Jockey, 1998).
Una escucha de esta magnifica obra sin prejuicios ni encorsetadas ideas sobre etiquetas y géneros puede compararse con el momento en el cual abrimos un regalo: la excitación, la sorpresa y luego el agradecimiento. Sin duda una de las experiencias musicales más recomendables en el amplio sentido de la palabra.
A medio camino entre el jazz y el rock, con una percusión realmente vibrante, con una base rítmica casi matemática y con una sensibilidad fuera de lo normal estos chicos crean un disco atemporal y audaz, endiablado y elegante.
Standards de jazz tocados desde una perspectiva libre, con toques minimalistas e incluso dub , electrónica y cálidos momentos combinados con verdaderos torrentes rítmicos son los ingredientes de este disco.
Temas como Ten-Day Interval o The Equator invitan a mirar el mundo con otras perspectivas, lejos del pensamiento único y de la bazofia musical con la que nos bombardean sin piedad desde los medios.
Música narcótico-adictiva para celebrar los 100 posts de esta fraternidad de recetas caseras.
(jau)