miércoles, 23 de enero de 2008

Soñando con Rusia

Hoy estaba en la biblioteca ojeando libros de cocina, y fuera de su estante he visto un manual de Mark Rothko, no sé que haría allí pero una agradable sensación me ha invadido.

Recuerdos de mi época de estudiante , cuando pontificaba sobre los pintores informalistas en conversaciones rodeadas de mucho humo y mucho idealismo , una sonrisa me ha llenado la cara.

Este artista siempre me ha causado irreconciliables contradicciones, por una parte la serenidad de sus anchas bandas de contrastes de colores, que emulan las llanuras y la estepa rusa, y por otra todo lo enigmático y místico de sus enormes y simples lienzos.Y es que siempre lo he pensado, en todas las facetas de la vida, las cosas mas hermosas siempre son las más sencillas, aunque las cosas más simples también golpean por su contundencia.

No se trata de estudios de colores tratando de encontrar sus principios teóricos como otros grandes abstractos, esto es poesía, belleza y paz.

Me descubro ante este grande de la pintura , este sacerdote de la tristeza y de la melancolía, que murió rodeado de botellas de whisky y regalándonos píldoras de placidez en forma de pintura .

(jau)