miércoles, 27 de febrero de 2008

Pactando con el hedonismo

El joven empezaba a inquietarse y la situación empezaba a resultar extraña a ojos de todo el mundo. Mientras todos sus colegas y la gente que le rodeaba empezaban a ver como clareaban sus sienes y como los kilos se instalaban en sus centros de gravedad, el cuerpo y la mente del joven parecían haberse congelado en el tiempo.

El joven seguía con sus costumbres disolutas y con su agitada vida bohemia y le parecía que nada había cambiado a su alrededor en décadas, como si hubiera entrado en un bucle temporal infinito.


Una tarde mientras nuestro héroe estudiaba el suelo de su cocina recordó el reflejo de la luna en el mar y la noche en la que totalmente narcotizado por las sustancias espirituales, firmó con Satán su pacto de eterna juventud.

En aquel momento todo se volvió diáfano como una tarde de verano para él :

-Satán: "Si quieres que te obsequie con la ansiada juventud infinita deberás practicar una vida absoluta de placeres. Serás mi esclavo hedonista?"

-Nuestro héroe (sin pestañear ni un segundo):"Te seré fiel el resto de mis días... "

(Relatos cromáticos. Jau.)