Hoy no puedo resistirme a hablar de uno de los grandes, un tipo muy especial, considerado por los maestros del jazz como el mejor pianista europeo: Tete Montoliu.
Su ceguera de nacimiento no le impidió formarse como músico, y aunque sus turbios inicios fueron tocando en tugurios de la ciudad condal fué cuando el genio del vibráfono Lionel Hampton lo descubrió cuando este genial catalán inició su deslumbrante carrera.
Tocó con los más grandes del género: Coltrane, Stan Getz, Paquito D'Rivera, etc..y emocionó y sigue emocionando con su cálidez y su elegancia a montones de generaciones de la música en su lado más universal.
Sus increíbles desarrollos, sus tórridas atmósferas y su amor por la melodía hacen de él un extraordianario bálsamo contra la vulgaridad.
Os recomiendo que os bajéis sus discos y que los disfrutéis a la luz de la luna estival, cuando todo lo que nos rodea parece poseído de una halo mágico y nos sentimos realmente cerca de la paz.
(jau)