“Lleva siempre la cámara contigo; utilízala de día y de noche; lomografiar no interrumpe tu vida cotidiana, la pone en escena; dispara desde la mano, no desde la cara; acércate todo lo que puedas a tu objetivo; no pienses; sé rápido; no es necesario saber lo que tienes en el carrete en el momento; después tampoco; no te preocupes por ninguna de las reglas.”
“No busques la foto perfecta; la mejor foto aparecerá de forma espontánea, simplemente hay que esperar”.
“Más que una escena musical, el riot grrrl era algo parecido a una terapia de grupo o un experimento de autoayuda, pero lo cierto es que echo de menos su energía, las ganas de crear algo al margen de lo establecido”.
Las palabras de Joana Fateman del grupo Le Tigre sirven a la perfección para abrir este pequeño homenaje que desde
Este movimiento que nace a principios de los noventa destacó por su alineación con las ideas del "Do it yourself " y el punk-rock.
Las mujeres , cansadas del machismo que en gran parte imperaba en aquellos tiempos en el mundo del rock , deciden formar sus propias bandas para lanzar un grito de rebeldía y de rabia.
Colgándose las guitarras pasan de ser las groupies a ser las protagonistas de sus propias canciones furiosas y enérgicas.
Poco a poco también aparecen bandas de otros estilos como el folk o el pop que se suman a este movimiento, algunas mujeres como Kim Gordon de Sonic Youth fundan su propia banda Riotgrrrl, con resultados bastante desiguales.
Personalmente destacaría las bandas L7 o Sleater Kinny como las mas recomendables en el terreno musical, aunque otras como Bikini Kill sean las que abanderen con más fuerza las ideas de este movimiento, que con el tiempo ha ido perdiendo fuerza al integrarse perfectamente las chicas en el mundo del rock.
En resumen otra demostración de que el rock puede servir y sirve para sacar lo mejor de las personas , ya sean hombres o mujeres, y para escupir a los estereotipos y a todo el entramado musical que nos quieren endosar desde los mass-media.
¿Os habéis fijado en que ya no hay mitos rockeros? Las revistas están llenas de viejas glorias. Las fiestas ilegales piden DJ´s, y las tiendas especializadas son una rara avis. ¿Y el Underground? El reciclaje infinito de Chuck Berry en sus infinitas variantes de tres acordes han desteñido en ideología y motivación hasta el hartazgo.
Sin embargo, vampírica pero vanguardísticamente, otros estilos han bebido de las fuentes ilimitadas de inspiración rockera: sin el metal, el Tecno más duro no existiría, sin el punk, el freejazz no hubiese sobrevivido, y la lista sigue… Infructuosamente, en la era de la información actual el rock a intentado renovarse vía “corto y pego” (dos minutos de rock, arrebato punk/metal, melodía por aquí y un DJ que se cuela…) Y si se intenta la verdadera mezcla, el resultado rara vez ha pasado de un vulgar pastiche de estilos.
No. Admitámoslo, desde el punk y sus respectivas variantes (Hardcore: ¡sí claro!; Post-Punk bueno vale; grunge ¡ni hablar!) El rock se ha quedado mirándose el ombligo, sin ninguna revolución que le motive. La juventud no pelea, se evade. El punk surgió mutando después de la guerra, mutó de Dadá, de Mayo del 68. Nuestra lucha es espiritual ahora, decía Tyler Durden, y no se equivocaba. Así que, ¿Dónde está el futuro?
Juventudes rockeras: no tengáis miedo. Rechazad la melodía y abrazad el ritmo. Olvidad el power trio y toda concepción de banda “normal” y música “buena”. Bailad sobre la tumba de los Ramones y abrid vuestros oídos a Albert Ayler. Buscad el fondo, no la forma. Ésta surgirá sola, como una revelación, cuando finalmente os preguntéis “por qué” lo tocáis y no “como” lo tocáis. El horizonte es ilimitado. Solo tenéis que mirar hacia otro lado.
“¡Imaginación al poder!” – Pinta de Mayo del 68.
(LëPask)
Dulzura, ternura, oscuridad,... estas son algunos de los adjetivos que podrían darnos pistas sobre “La melancólica muerte del Chico Ostra” , ese pequeño libro de poemas e ilustraciones de Tim Burton que nos introduce directamente en su extraño mundo de personajes anómalos y de una belleza inquietante.
A lo largo de sus páginas nos vamos encontrando con las siniestras historias de Chico Ostra, Chica Vudú, Ojos de clavo o Chico Robot , infantes con vidas truncadas por fenómenos a veces casi oníricos que nos producen un ambiguo regusto, por una parte una enorme tristeza y por otra una trágica belleza , algo que siempre nos recuerda los protagonistas de la filmografía de este peculiar director y artista.
Al mismo tiempo sus historias nos remontan a la infancia , y a como esa etapa de esperanza da paso a otras posteriores, de muy diferente color, haciendo que el mundo se tambalee ante nuestros ojos.
En definitiva un muy recomendable libro para adentrarse en el universo de este autor, y descubrir su extraña fusión de conexiones neuronales, así como sus personajes, a los que seguro acabaréis tomando un gran cariño.
A quien no le recuerdan algunas memorables escenas los arboles mediterráneos que empiezan a desnudarse ante nuestros ojos?
(jau)
Desde la cocina de un piso burgués en Zaragoza, se está desarrollando una curiosa escena: toda una familia, bocata en mano, está a punto de ver la sesión gratuita (de muchas) del cine al aire libre que está justo debajo de su casa. Los 7 niños llevaban tiempo deseando e intuyendo este momento desde hace semanas, desde que vieron aparecer la pantalla claramente desde el balcón de su cocina. Uno de los niños, Luis, está especialmente fascinado.
Años después, Luis Buñuel Portolés vive en Francia y es un hombre de vida ordenada pero con profundas convicciones libertarias y anarquistas. Frecuenta círculos sofisticados y vanguardistas (Dalí, Alberti…). Asiste a orgías sin participar en ellas. Simpatiza con el libertinaje pero no deja decir tacos en casa. Y era un borracho puntual y de aspecto impoluto.
Con Un perro andaluz (1929) Buñuel nos deja la joya de la corona del cine surrealista, estilo harto denostado y aborrecido. Menos mal que no se cumplió su último deseo (quemar todas sus obras al morir). Otras películas de este género que insisto en recomendar es Eraserhead (1977) de David Lynch y Tetsuo (1988) de Shinya Tsukamoto.
El cine surrealista es un género necesario sobre todo hoy en día, que somos víctimas de tantos remakes, spin-offs y demás jaradajas. Pocas películas merecen llamarse así, ya que pocos directores se han atrevido a abordarlas. Si deseáis ver un cuadro de Dalí en movimiento, si os sobresaltan la poesía Dadaísta, si escucháis Coconot, si sois mediterráneos…adentraos.
“Se me dice: ¿y la ciencia? ¿No intenta, por otros caminos, reducir el misterio que nos rodea? Quizá. Pero la ciencia no me interesa. Me parece presuntuosa, analítica, superficial. Ignora el sueño, el azar, la risa, el sentimiento y la contradicción, cosas todas que me son preciosas.” Luis Buñuel
(LëPaskq)
Con motivo del concierto de Ainara Legardon el próximo sábado 11 en la sala Wahwah, hablamos con ella sobre su salud, preferencias gastronómicas y sistema linfático. Su folk-rock nos ha emocionado hasta la fecha y sin duda, lo seguirá haciendo dentro de poco tiempo. No os lo perdáis.
Para la creación, composición y grabación de tus discos te han acompañado otros músicos bastante reconocidos; ¿este hecho te ha ayudado a desarrollar mejor lo que buscabas? ¿Nos puedes comentar algunas de esas colaboraciones? Como ya sabéis, a lo largo de estos años han colaborado conmigo Chris Eckman (The Walkabouts), Joe Skyward (The Posies, Sunny Day Real Estate), Carlos Torero (Radio Futura), Al DeLoner (Midnight Choir), David Jiménez (A Room with a View), Hannot Mintegia, Gaizka Insunza y Ager Insunza (Audience)… y un montón de buenos músicos más. De todos ellos he aprendido miles de cosas, y todos ellos han dejado una huella imborrable en mis discos y en innumerables conciertos. Me ayudaron a plasmar mejor mis ideas en un momento determinado.
¿Qué tiene Ainara LeGardon que no encontramos en otras bandas y q pretende "sugerir" q no "expresar" con su música? Obviamente hay muchas cosas que tengo que no se encuentran en otras bandas: soy Ainara, mi historia y mis experiencias me hacen diferente al resto del mundo. Pero de ahí a pretender sugerir algo, va un trecho. Digamos que mis pretensiones, al menos actualmente, son simplemente las de complacerme a mí misma y quedarme satisfecha y contenta con lo que hago. Si ese hecho también complace de alguna manera a los demás, entonces perfecto.
¿Entra la grabación de un nuevo disco en los planes de futuro de Ainara LeGardon? Por supuesto, y en ello he estado y estoy dedicando estos últimos tres años. He cambiado por completo la forma de enfocarlo respecto a la de los discos anteriores. Esta vez pretendo grabarlo en el estudio familiar que hemos montado (Hambre y Ganas) y prescindir de muchas de las colaboraciones “ilustres” de las que hablábamos antes. No descarto volver a trabajar con ellos en un futuro, pero este disco pide tomar otro rumbo. Seguiré teniendo colaboradores de excepción, como Javier Díez-Ena (Dead Capo) al contrabajo y theremin, Alfons Serra (Nisei) a la batería y Hannot Mintegia (Audience), a las voces desbocadas. En los últimos meses una serie de circunstancias (problemas técnicos, de logística y, por último, de salud) están retrasando la salida de “The third” respecto a los planes iniciales. Sin embargo, esperamos que para la primavera del 2009 lo podamos ver en la calle. De forma paralela al disco, estoy desarrollando un proyecto audiovisual junto a Álvaro Sanz (Dzero Visual), en el que colaborarán Jorge Fuertes (Nudozurdo, ex doss) y Javier Díez-Ena. Plasmar esta idea requiere un desarrollo más largo en el tiempo, así que de momento no tenemos una fecha concreta de publicación. En ambos proyectos las labores de producción correrán a cargo de Paco Jiménez.
¿Qué dos bandas puedes decir que te han acompañado siempre durante tu carrera musical? Durante la realización de los primeros discos (“In the mirror” y “Each day a lie”), me acompañaban constantemente Mark Lanegan y Chris Eckman, sonando en un reproductor y/o inspirando mis canciones. Para este tercer disco, podría decirse que me he hecho acompañar de José González y Kelly Joe Phelps. Y si a lo que te refieres es a acompañarme físicamente y con su apoyo, indudablemente Audience y The Grave Yacht Club, dos grupos entre los que se encuentra gente a la que considero mi familia.
¿El intimismo y emoción que se unen tanto en tus letras como en tu música, también te acompañan en tu vida? Procuro (y por otro lado, no puedo evitar) poner el mismo entusiasmo para emocionar y emocionarme con mi música, que en otros aspectos de la vida, sí.
¿Cómo es tu día a día sin un micro y una guitarra? A través de mi sello Winslow Lab, y desde hace unos meses también a través de Hambre y Ganas (nuestra nueva aventura familiar), desarrollo otras muchas actividades relacionadas con el mundo de la música que no implican tener un micro y una guitarra en las manos: organizo conciertos de otros grupos (como el próximo de Lisabö + Inoren Ero Ni en Madrid el 22 de noviembre), asesoro a otros músicos que quieren montar su propio sello y autoeditar sus trabajos, etc… Aparte de eso, el día a día es bastante tranquilo. Disfruto muchísimo estando en mi casa, cocinando y dejando que cocinen para mí. Siempre encontramos algo que celebrar.
¿Con qué platos gastronómicos relacionarías tus canciones, qué tipo de dieta te sugieren? Ahora que lo preguntas, las canciones de los primeros discos me dan una sensación de ayuno más que de otra cosa. Las nuevas saben más a huevos rotos con jamón.
(Santi)
Sin esquinas en las que apoyarse, tiemblan, tiemblan
Intensos intentos esquivos, centrifugan, centrifugan
Irascible lentitud, obscenas muestras del tiempo perplejo maneja
Páncreas, intestinos y mortajas, bucea, bucea el erotismo de la carne asceta.
Cada paso en el fango deja la huella endémica de un arbol milenario hipnotizado
Toda la ética estética propicia nuevos velos, vedlos, de veras
Manchados mechones con tinta china, resuellan, resuellan
Los antiguos ya resuenan! No temáis a las emociones, estallan , estallan…
(jau)
Que nos subimos a los tejados y gritamos a través de un órgano electro-amplificado nuestro manifiesto. Que hemos vaciado conservatorios y salas de orquestas. Que hemos abandonado toda doctrina o dogma musical y hemos destruido nuestros instrumentos para arrancarles el gemido más sentido, manifestamos.
Escupimos sobre el incestuoso ciclo generacional de la música “buena”; que desperdicia oídos talentosos en obstinados ensayos, en pos del arte clasista y burgués. Apelamos a los jóvenes de espíritu, no importa la edad. Retamos a despertar a las conciencias más intranquilas, a los que reniegan del pasado y se entregan con abnegación al presente.
Nosotros, los futuristas. Que conocemos la paradoja del futuro prehistórico, que vislumbramos la adaptación del oído humano a la nueva generación de las máquinas; y que nos sometemos a ella, como insectos que producen ultrasonidos. Que rechazamos notas, arpegios y escalas por timbres, frecuencias y harmónicos infinitos, y nos negamos a encasillarnos en competiciones o juicios de valor de la masa (mentes estrechas y espíritus canijos).
Nosotros, los futuristas. Apelamos a tí, seas quién seas. Que tocas un instrumento, que golpeas cacerolas, que eructas sólo porque te gusta el sonido. Nadie toca mal ningún instrumento, todo es un instrumento, todo es ruido. La música no es más que ruido interpretado por el cerebro. Sé consciente, súbete a un tejado y grítalo.
(Dedicado a Francesco Balilla Pratella (1880-1955). Para tí palabras e ideas, y una simple sentencia: Principio.)
“La vida de antaño se basaba en el silencio. En el siglo 19 con la invención de la maquinaria, el ruido había nacido. Hoy, el ruido reina y triunfa supremo sobre las sensibilidades del hombre.” Luigi Russolo, 1913.
(LëPask)